Nuestros productos son hechos con piel vacuna de primera, curtida y tratada con productos biodegradables de origen nacional.

1. De cuero crudo a material
La transformación de cueros crudos a un material que perdure en el tiempo es un proceso lento. Las pieles son introducidas en unas barricas de madera donde se ponen en contacto con una solución rica en taninos naturales. Estos taninos son extractos naturales derivados exclusivamente de fuentes vegetales y, sobre todo, realizado con el cuidado y la dedicación que requiere un proceso natural, con un lento transcurrir del tiempo.
2. El secado
Las pieles permanecen en estos envases durante tres semanas colmándose al máximo de los taninos; luego se sacan, y a continuación comenzaría la fase de secado.
El secado debe realizarse de manera natural, para ello, las pieles se extienden de forma que el aire circule entre ellas consiguiendo el secado.

3. Brillo e hidratación
El siguiente paso es tratar las pieles con aceites vegetales y cera de abejas que les aportan brillo e hidratación.
Finalmente, las pieles se extienden y se dejan secar de nuevo para conseguir la fijación de estas sustancias. Una vez las pieles estén secas, estas están totalmente curtidas y listas para ser utilizadas.

Ventajas del curtido vegetal
- Son el resultado de un proceso artesanal.
- Son únicos y con vida propia; no son los mismos durante toda su vida útil, sino que cambian continuadamente para mejorarse.
- Son más valiosos. En el proceso de curtición no se utilizan técnicas agresivas, sino procesos naturales que permiten el ritmo necesario que pide cada piel, proporcionando unas características inmejorables (naturalidad, suavidad, impermibilidad y transpirabilidad). Por tanto, se realiza un producto de alta calidad.
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